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Peeling de un mediodía de verano

  • Foto del escritor: Her Own Way
    Her Own Way
  • 10 dic 2017
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 12 dic 2017

Me puse en las manos de Lucía Gette, en The Nail Room, para probar sus nuevos tratamientos faciales.


La información me llegó por Instagram, The Nail Room (@the.nailroom) ofrece un nuevo servicio: Estética Facial, y las opciones son tres:

Una micro exfoliación suave y máscara ($600) Una limpieza facial profunda, con peeling químico, mecánico (punta de diamante) y máscara de acuerdo al tipo de piel ($700) y un tratamiento de rejuvenecimiento, tensor y antiage con radiofrecuencia ($800)

Pensando en la necesidad de hacerme una limpieza facial profesional, elegí el tratamiento de higiene y peeling, aunque resulta un poco jugado hablar de peeling a esta altura del año, cuando los rayos del sol están a tope, y la piel tan expuesta.

El peeling es una técnica de exfoliación o descamación de la piel, que se utiliza para eliminar las células muertas; de esta forma la piel regenera sus capas superficiales y estimula la producción de colágeno, mejorando su aspecto. Por esto mismo no se recomienda la exposición a los rayos solares, ya que la piel nueva es muy sensible, y se puede dañar muy fácilmente. Si decidís hacerte el tratamiento, van estas recomendaciones: mínima exposición y máxima protección.

Aclarado esto, paso a contar: Lucía Gette es Cosmetóloga, Cosmiatra y Esteticista. Súper profesional y amable, me explicó cada paso en detalle, cómo debía sentirse cada producto en la piel ("si hay algún ardor, aunque sea mínimo, lo retiramos") mientras me examinaba en el gabinete.

El tratamiento:


Primero, me aplicó una crema de limpieza suave para retirar restos de maquillaje o suciedad y preparar la piel, en el rostro, cuello y escote. Después, utilizó un exfoliante (muy suave también) evitando el área del contorno de ojos. Una vez retirado el producto, aplicó (sólo en el rostro) una máscara de papaya para realizar el peeling químico. En este paso, el ácido de la máscara realiza la exfoliación y la papaya mantiene la hidratación; la sensación en la piel resultó muy agradable, no hubo ningún ardor o molestia (mi piel es bastante sensible) A los cinco minutos, más o menos, la máscara se secó y la retiró con un algodoncito mojado. Llegó entonces el momento del peeling con punta de diamante. La Punta de Diamante es un método de microdermoabrasión que raspa sutilmente la piel, y según Lucía, complementa y completa el trabajo de la máscara, al utilizar una pequeña "aspiradorita" para las células muertas. La combinación de ambos tratamientos me dejó el rostro un poquito enrojecido, pero sin ardor. Seguidamente, para calmar la piel e hidratar en profundidad, utilizó un gel con aloe vera y una mousse con avena. Como paso final, aplicó una crema hidratante con filtro solar, muy ligera, que al calor del sol no se sintió pesada ni pegajosa.

Fue una experiencia muy positiva, cabe destacar la buena atención de la cosmetóloga, y la sensación de los productos en la piel en todos los pasos del tratamiento. Al salir, la piel se veía radiante, muy luminosa, y sin zonas enrojecidas (puntos extra después de un peeling)

Sinceramente, salí muy conforme, superó mis expectativas. Muy recomendado el servicio de Lucía Gette, en The Nail Room. Se puede pedir turno por Instagram (@the.nailroom) Facebook (thenailroomok) o al 3518142295.


Por Valeria de Tournemine.


Foto: Google.


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